Páginas

lunes, 28 de enero de 2013

La verdadera imagen de Romano Guardini

Prof. Dr. D. Alfonso López Quintás Catedrático
Emérito de la Universidad Complutense de Madrid
Empiezo esta entrada con cierta precaución porque en ella voy a comentar un libro del que podemos considerar el mayor experto de Romano Guardini en el ámbito hispano y uno de los más importantes a nivel internacional: D. Alfonso López Quintás. La verdadera imagen de Romano Guardini (EUNSA, Pamplona, 2001), es una excelente introducción al pensamiento y principales obras de Romano Guardini. 

Antes de reseñar brevemente su contenido debo anotar que el volumen está dedicado a Ángel Sánchez-Palencia Martí, profesor de antropología de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid). El profesor Sánchez-Palencia realizó su tesis doctoral guiado por las manos expertas de D. Alfonso. Tuve el placer de conocer al Dr. Angel Sánchez-Palencia y trabajar junto a él cuando dirigía el departamento de humanidades de la citada universidad. En esos años entablamos  una verdadera relación de amistad. De esa amistad de la que habla C. S. Lewis en su libro Los cuatro amores y que se funda en el común afecto hacia una misma cosa (en nuestro caso un modo y un estilo peculiar de vivir la universidad y ser universitario) y que hace exclamar con sorpresa a quienes participan de ella lo siguiente: "¿Cómo, tú también? Yo pensaba ser el único" (C.S. Lewis, Los cuatro amores, Rialp, Madrid, 2000, 77).

La verdadera imagen de Romano Guardini está estructurada en ocho capítulos. Los dos primeros dedicados a la actualidad y vigencia del pensamiento de Romano Guardini. En el  tercer capítulo se habla de Guardini como educador de la juventud y los escritos relacionados con ello, como por ejemplo Cartas sobre la formación de sí mismo (Palabra, Madrid, 2000). Los cinco restantes se centran en el contenido de una obra o varias obras claves del pensamiento de Romano Guardini. 

Así, Las etapas de la vida (Existen tres ediciones en castellano de esta obra) viene tratado en el capítulo 4. Lo interesante de López Quintás es que no se limita a resumir el contenido de una obra, sino a descubrir el sentido de ella en el contexto de la vida y el pensamiento de nuestro autor. Así, Don Alfonso relaciona las diversas etapas de la vida con otros libros y con la misma biografía de Guardini. 

La ética es el tema que configura todo el capítulo quinto a la luz del comentario de algunos pasajes de la tantas veces citada en este blog Ética. Lecciones en la Universidad de Munich (BAC, Madrid, 2000) y de otro escrito del que algún día tendremos que comentar y profundizar titulado Una ética para nuestro tiempo (Cristiandad, Madrid, 2002).

 El capítulo sexto está dedicado a qué significa ser cristiano. Parte un libro que recoge las últimas lecciones de Romano Guardini en su cátedra de Munich, poco antes de su jubilación: La existencia del cristiano, (BAC, Madrid, 1997). La cosmovisión cristiana del mundo y la existencia del cristiano están intimamente relacionadas. Cómo configura la fe la vida y la existencia del cristiano hasta el punto de que podemos hablar de la persona cristiana vienen comentados en este capítulo a través de la obra citada y de otras.

La vida de oración copa el capítulo séptimo. En él se habla de la importancia que daba Romano Guardini a la vida de oración, sus formás básicas, su aportación en el ámbito de la liturgía y también de diversas formas de oración popular como el Rosario, el Vía Crucis, etc. Sobre ellas escribió Guardini algunos opúsculos que han sido reeditados recientemente (El vía crucis de nuestro Señor, Desclée de Brouwer, Bilbao 2008 y El Rosario de Nuestra Señora, Desclée de Brouwer, Bilbao 2009). Aunque el libro clave en este tema, al que también se hace referencia, es Introducción a la vida de oración, (Palabra, Madrid, 2002). Este libro me ha hecho personalmente muchísimo bien y no miento cuando digo que habré regalado a amigos y familiares alrededor de unos quince ejemplares.

Concluye el libro con un capítulo dedicado a los contrastres como clave de interpretación de la vida humana. Ésta no está llena de contradicciones sino de contrastes. Evidentemente es un comentario al conocido ensayo escrito en los años 20 El contraste. Ensayo de una filosofía de lo concreto viviente (BAC, Madrid, 1996) y que Don Alfonso domina perfectamente al haber sido tema de sus tesis doctoral y tener publicados estudios sobre el tema (Romano Guardini y la dialéctica de lo viviente, Cristiandad, Madrid, 1966).

Cierran el volumen dos apéndices sobre la vida de nuestro autor y sobre su bibliografía. En general es un libro excelente para introducirnos en la obra de Guardini escrito por uno de sus mayores conocedores y que fue alumno suyo en Munich.

lunes, 21 de enero de 2013

Apuntes para una autobiografía

Hace unas semanas prometí dedicar algunas entradas a libros sobre la vida y la obra de Romano Guardini. Pero, justo en ese momento, se cruzó por mis clases el tema de la autoridad y cambié de planes. Retomó esta semana aquello que prometí. A partir de hoy voy a comentar los siguientes volúmenes: 

1. Romano Guardini, Apuntes para una autobiografía, Encuentro, Madrid, 1992.
2. Alfonso López Quintás, La verdadera imagen de Romano Guardini, Eunsa, Pamplona, 2001.
3. Alfonso López Quintás, Romano Guardini. Maestro de vida, Ediciones Palabra, Madrid, 1998. (Ya existe una entrada en este blog sobre este libro)
4. Hanna-Barbara Gerl, Romano Guardini. La vita e l'opera, Morcelliana, Brescia, 1998.

Posiblemente caiga en mis manos algún otro libro durante estas semanas que también podamos traer al blog para darlo a conocer. Evidentemente tengo que empezar con la autobiografía de Guardini: Apuntes para una autobiografía.

Residencia de Guardini en Mooshausen
Apunto de cumplir los sesenta años (entre 1943 y 1945), expulsado de su cátedra de Berlín (1939) y retirado en  Mooshaunsen, Romano Guardini decidió emprender la tarea de escribir su biografía. La interrupción de la docencia provocada por las circunstancias históricas del momento, con la disponibilidad de tiempo que esto conllevó, le ofrecían la oportunidad para hacerlo. Así mismo, desde un punto de vista existencial también había llegado el momento. A sus casi sesenta años escribe:

"Los diversos motivos e influjos que tejen la extraordinaria trama que se llama existencia han tenido ya tiempo de mostrarse; las grandes orientaciones se han entrelazado y las principales decisiones se han tomado ya; de este modo la mirada puede reconocer perfectamente una coherencia interna que posibilita la reflexión y la gratitud, dando luz y fuerza a la parte del camino que aún queda por recorrer" (Apuntes para una autobiografía, 8). 

Emprendió esta tarea, pero no como quien escribe unas memorias, relatando cronológicamente, año tras año su vida. Guardini no era un hombre de recuerdos y no se sentía capacitado para hacerlo en forma de una biografía al uso. Busco una manera, un poco más original, y quizás también más adecuada en orden a la compresión de una vida humana, y decidió, como él mismo narra, "hablar de un período determinado de mi vida e intentar hacer ver cómo en él los distintos hilos se han entrelazado formando un todo"(Apuntes para una autobiografía, 11). Desde esta perspectiva podemos entender las dos partes en las que se estructura el libro: Carrera universitaria y actividad docente por un lado; y por otro Búsqueda de la vocación. Sacerdocio y actividad pastoral.

 En la primera parte, Carrera universitaria y actividad docente, nuestro autor inicia su narración en el momento en que empieza a trabajar en lo que será su tesis doctoral. A partir de este hecho,  progresivamente nos va descubriendo sus luchas y visicitudes para encontrar lo que debía e iba a ser su tarea desde un punto de vista académico.  Ésta puede resumirse con la palabra Visión (Weltanschauung) cristiana del mundo. Él explica esta tarea "como la mirada sobre la realidad del mundo que se hace posible a partir de la fe, y la doctrina de la Weltanschauung como la búsqueda teorética de sus presupuestos y de su contenido" (Apuntes para una autobiografía, 52).

En la segunda parte Búsqueda de la vocación. Sacerdocio y actividad pastoral, encontramos valiosas aunque breves referencias a la infancia de Guardini, al ambiente familiar, a sus dudas e incertidumbres a la hora de elegir los estudios universitarios, así como, también a un hecho importantísimo y cargado de trasncendencia como fue su conversión y el papel que la Iglesia, como institución tuvo en esa decisión. Durante sus años de incertidumbre universitaria Guardini padeció una crisis de fe. Nos lo narra así:  “Una noche discutí sobre religión con un estudiante que llevaba un vida dispendiosa y que afirmaba ser kantiano. Le expuse los argumentos habituales a favor de la existencia de Dios y él me rebatió siguiendo los procedimientos del pensamiento de la Crítica Kantiana. Toda mi fe se desvaneció entonces; o, más exactamente, noté que ya no tenía fe. Era el verano de 1905" (Apuntes para una autobiografía, 94).

No tardará mucho en volver a la fe. Tras varias visicitudes que por brevedad no podemos narrar, Guardini quedó cautivado por el contenido de la siguiente frase evangélica: "quien quiera conservar su alma la perderá, quien la dé la ganará´". A la luz de esto Guardini escribe:

“Dar mi alma, pero ¿a quién? ¿Quién pude pedírmela? ¿Pedírmela de tal modo que ya no sea yo quien pueda disponer de ella? No ‘Dios’ simplemente, ya que cuando el hombre pretende arreglárselas solo con Dios, dice ‘Dios’ y está pensando en él mismo. Por eso tiene que existir una instancia objetiva que pueda sacar mi respuesta de los recovecos de mi autoafirmación. Pero sólo existe una instancia así: la Iglesia Católica con su autoridad y precisión.” (Apuntes para una autobiografía, 99)

El capítulo IV de esta segunda parte está dedicado a este hecho. En esta segunda parte también se trata de su vocación al sacerdocio, su vida en el seminario, así como los inicios de su actividad pastoral.

Apuntes para una autobiografía es el primer libro que leí de nuestro autor. La comprensión profunda de esta obra corre paralela al conocimiento progresivo que uno va teniendo del pensamiento de Guardini.

lunes, 14 de enero de 2013

La obediencia

La próxima semana iniciaremos un nuevo tema de reflexión en nuestro blog. Esta semana quisiera concluir con un apéndice a todo lo dicho antes de Navidad (periodo durante el cual hemos dejado inactivo el blog) sobre la autoridad. Nuestras reflexiones quedarían incompletas (siempre quedarán de algún modo incompletas) si no dedicáramos por lo menos unas breves  líneas a la cuestión de la obediencia. Aunque ya abordamos la cuestión en la primera entrada me permito insistir en la misma ¿Qué es obedecer? Es la respuesta a la autoridad. Frente a la obligación moral que surge de una instancia personal el hombre puede responder de diversas maneras. Realizando lo que la autoridad le sugiere o actuando al margen de ésta. En el primer caso obedece.

La obediencia tiene la misma estructura que la autoridad. Es decir, por un lado una norma que debe estar en consonancia con el bien y por otro una realidad personal a la que obedecer. Si falta esta última no se da la obediencia. Guardini insiste mucho en este aspecto. Para obedecer no es suficiente que quien lo haga entienda y conozca que lo que se le pide es conforme al bien. Es cierto, y esto también lo subraya Guardini, que el hombre capta que lo bueno debe realizarse. Escribe: "Hablando con propiedad, el cumplimiento del deber ético es algo lógico y natural, tanto que puede sentirse con tal fuerza que casi parezca descartarse la posiblidad de obrar en contra" ( Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, BAC, Madrid, 2000,  369). Sin embargo, insiste que, como en la autoridad, debe existir una instancia personal, como los padres o el estado, a la que tengo que obedecer. No se obedece a una norma sino a alguien. Esto lo revela también el fenómeno ético. Cuando percibimos el bien simultáneamente entendemos que "debemos hacerlo". Ese debemos no surge de la norma misma o del mandato ético, sino de alguien con autoridad que nos manda realizarlo. Si la norma fuera el fundamento del debes nos encontraríamos con un normativismo ético, como el de Kant.Guardini sin embargo insiste: "sólo una realidad puede decir tú debes, y esa realidad, de alguna forma, es el Dios que habla y que captamos en el Corazón" (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 375).  La respuesa a la llamada de Dios a partir del "tú debes" que captamos en el fénomeno moral es la obediencia. Y esto configura la ética como encuentro personal entre creatura y creador que desemboca en el amor. Obedecer, implica, por lo tanto, un encuentro personal. Más aún, el hombre en cuanto hombre se realiza en ese encuentro. Oigamos a Guardini: 

" En todo esto hay una verdad liberadora: el hombre debe obedecer, no porque sea inmaduro, sino porque es hombre; no porque sea todavía incapaz de recnocer la norma ética, sino porque, sencillamente no existe uan norma ética abstracta. Porque la interpelación ética no es la confirmación de una legitimidad abstracta, sino un encuentro vivo. Y obedecer signifca que el hombre realiza ese encuentro".

La tarea ética no se realiza ya en soledad. El mismo Dios se implica en la tarea de nuestra conquista personal. Y esto puede aplicarse también al ámbito de los padres.

El tema de la obediencia puede ser abordado en Guardini desde otra perspectiva, por ejemplo, la epistemológica, como obediencia a lo real. Dado que se sale del ámbito de la autoridad que ha sido el tema central de nuestras reflexiones, no comentaremos nada sobre ello aparcando el tema para otra ocasión.