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domingo, 9 de septiembre de 2012

La persona en Romano Guardini (VI) . La persona y el Estado Moderno



Quien con asiduidad sigue las reflexiones que expongo en este blog habrá caído en la cuenta de lo mucho que llevo citando en los últimos meses el libro de la Ética. Lecciones en la Universidad de Munich. Sin ánimo de cansar a mis lectores, voy a volver a él para tratar el tema que hoy nos ocupa. La persona y el estado moderno o mejor dicho el estado totalitario. La cuestión puede abordarse desde muchos escritos. Estoy pensando en el ensayo La cuestión judía (Editorial Sur, Buenos Aires, 1963), o El Salvador en el mito, la revelación y la política (en Escritos políticos, Palabra, Madrid, 2011, 27-88), como así mismo en El ocaso de la Edad Moderna y en El Poder. Una interpretación teológica (en Obras, Vol.1, Cristiandad, Madrid, 1981, 33-290). Vuelvo a la Etica por dos razones: la primera porque nuestras reflexiones sobre el estado totalitario se harán en relación a la persona; la segunda porque un blog exige brevedad y no se trata de un estudio exhaustivo sino de comentar brevemente un aspecto que nos ha llamado la atención en nuestras lecturas. 

Bien, pues leyendo lo referente a la persona en las lecciones en la Universidad de Munich, cuando Guardini se ocupa de la autonomía personal, afirma que esta se traduce o se trasluce en actos como el conocimiento, la libertad y la creatividad. Esto le da pie para hablar con respecto al concimiento de la verdad:
"Sólo en la realización de la verdad alcanza la persona su sentido, porque ella está referida por naturaleza a la verdad. Existe para la verdad, como posibilidad permanente de realizarla. Solo puede existir persona si existe la verdad; porque sólo cabe un ser autónomo si es consciente de sí mismo. Por eso la persona, además, es responsable de la verdad (igual que tiene en ella su sostén y su escudo). Persona y verdad están unidas esencialmente (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, BAC, Madrid, 2000, 160)".
La cita por sí misma vale la pena. Pero lo que viene a continuación termina de hacernos comprender su alcance para el hombre de hoy
"Existe una contraprueba de lo decimos: la actitud que niega la persona, niega también, si actúa en serio, la verdad. Todo sistema totalitario, por ejemplo, empeñado en destruir la persona y hacer del hombre una simple célula del Estado, una mera pieza de la gran maquinaria estatal, tiene que procurar también acabar con la verdad, porque en su realización la persona se reafirma una y otra vez. Por eso, en lugar de la verdad, aparece la consigna, la doctrina oficial. Ahí no hay verdad, sino sólo el dictado del pensamiento como forma interior de la conducta política... ¡Es algo horroso: el propósito de acabar con la verdad para acabar con la persona y dejar el hombre abandonado al poder! " (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 160-161)".
De modo similar habla Guardini en relación a la libertad y el bien. "Otra forma de manifestarse la persona es la libertad. Libertad significa elegir entre diferentes posibilidades, decir sí o no a algo que se nos presenta, poder decidir ante una exigencia. En definitiva, la faucltad de decir sí o no al bien o, más exactamente , de poder decir sí al bien aunque habría sido posible decir no (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 161) ".  Y más adelante escribe "(...) sin el bien, la persona sencillamente, no puede existir. Su relación con él -a la vez que con la verdad- es la forma esencial de su constitución y su conducta. Personalidad significa estar referido esencialmente al bien (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 162)". Al igual que con la verdad, todo sistema que quiera destruir a la persona intenta acabar con el bien. "Para este caso también existe una contra prueba similar a la anterior: los sistemas que pretender acabar con la persona niegan también el bien. Para ellos solo existe lo útil, lo que favorece el desarrollo, lo que aumenta el poder (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 162)".

Por último también se refiere Guardini a la creatividad y como ésta tampoco está permitida por el estado totalitario porque supone la manifestación de la persona a la que quiere destruir: "todo sistema totalitario tiene que destuir cualquier iniciativa tendente a actuar o crear, porque ésta supone a la persona (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 162) ."

Todo lo anterior puede llevar al estato totalitario a realizar actos aberrantes en contra de la persona. De ello es testigo la historia y lo fue, como hemos señalado alguna vez en este blog, Romano Guardini. Así, los estados totalitarios han asesinado personas en razón de su estado físico, psíquico o simplemente por pertenecer a una raza o un pueblo. Y todo ello porque para el estado totalitario el hombre no es persona.
"También esto lo niega el Estado totalitario. Éste mata a los disminuidos psíquicos y a los enfermos incurables. En realidad, es asesinato; o todavía peor, asesinato que pretende vanamente justificar por una teoría falsa: la de que habría vidas que no merecen vivirse. (...) la tesis medular de la teoría totalitaria es tan clara como aberrante: para esa teoría totalitaria el hombre no es persona, no tiene una dignidad absoluta proveniente de su naturaleza de hombre; es un simple individuo biopsíquico; los criterios para tratarlos  son entonces los que tienen que ver con los intereses estatales, sociales, económicos o culturales." (Ética. Lecciones en la Universidad de Munich, 164-165).


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