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miércoles, 25 de abril de 2012

La bioética y el pensamiento de Romano Guardini

Del jueves 3 de mayo al sábado 5 se celebrará en Valencia, con sede en la Universidad Católica San Vicente Mártir  el congreso que anualmente organiza la Asociación Española de Personalismo. El tema elegido para esta edición es el siguiente: Personalismo Bioético. Fundamentación, Práctica, Perspectivas. 

La celebración de este evento me ha hecho pensar si en el pensamiento de Romano Guardini, especialmente en su antropología filosófica, podríamos encontrar algunos argumentos o principios que pudieran servir como fundamentos de una bioética personalista. He encontrado dos líneas argumentativas, aunque seguramente se podrían proponer muchas más.

En primer lugar me parece que el análisis que Romano Guardini hace de la Edad Moderna es muy válido para entender el marco cultural, científico y filosófico que ha generado las cuestiones que intenta resolver la bioética. Por ejemplo, el incremento de poder que empieza a adquirir el hombre moderno y la falta de ética que lo norme o lo regule
“(…) en el transcurso de la Edad Moderna el poder sobre lo existente, tanto cosas como hombres, crece ciertamente en proporciones cada vez más gigantescas, en tanto que el sentimiento de responsabilidad, la pureza de la conciencia, la fortaleza del carácter, no van en absoluto al compás de ese incremento; pone de manifiesto que el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto”  (R. Guardini, El ocaso de la Edad Moderna, en Obras. Vol.1, Ediciones CristiandadMadrid, 1981, p. 94). 
 A esto habría que añadir algunos elementos más como son: la disolución de la creación

jueves, 19 de abril de 2012

El Ocaso de la Edad Moderna y la Ciudad de Dios.

El pasado 17 de febrero de 2012 tuvo lugar en Madrid, organizado por el Prof. Dr. D. Julián Vara Martín, de la Universidad CEU San Pablo, una jornada de estudio sobre Teología de la historia en La ciudad de Dios de San Agustín. Fui invitado por D. Julián a participar en dicha jornada y preparé una breve comunicación en la que comparé el El Ocaso de la Edad Moderna con La Ciudad de Dios. 

Parece, a primera vista, que ambas obras no son parangonables. El escrito de Romano Guardini tiene su origen en una introducción a un curso sobre Pascal que finalmente se convirtió en una serie de conferencias pronunciadas en la Universidad Tubinga en el semestre de invierno de 1947-48 y en la universidad de Munich en el semestre de verano de 1949. Vieron la luz como ensayo en 1950. La obra de San Agustín se gestó durante 13 largos años (413-426) y es mucho más extensa y profunda. El ensayo de Guardini consta de tres capítulos y el volumen de Agustín de dos partes, cinco volúmenes y veintidós libros. El contexto en el que nacen es también muy distinto. Romano Guardini, según decíamos anteriormente, estaba trabajando en un curso sobre Pascal. Agustín se enfrenta a la acusación por parte de los paganos de los desastres del imperio aunque algunos autores, como Salvador Antuñano de la Universidad Francisco de Vitoria, ven en la Ciudad de Dios algo más que una apología del cristianismo, a saber, "(...) es la exposición del designio divino cuya realización misteriosa y paradójica se está consumando en la historia" (Salvador Antuñano, San Agustín. La ciudad de Dios. Estudio preliminar,Tecnos, Madrid 2007, p. 120). 

Sin embargo, a pesar de estas diferencias, hay un elemento que las hermana: las dos obras confrontan la historia con la Revelación. El ocaso de la Edad Moderna no puede no constatar, al analizar la Edad Moderna, la desaparición de Dios del horizonte cultural, y las consecuencias que esto tiene en la concepción del hombre y del mundo. Además se acerca a la Ciudad de Dios al describir en la primera parte el paso del Mundo Antiguo al Medioevo, lugar exacto en el que se encuentra  Agustín. En todo caso, en breve se publicarán en la Revista Espíritu las comunicaciones de esta jornada, y allí expondré en forma de artículo mis conclusiones sobre esta comparación. 

Esta comunicación también ha sido ocasión para indagar en la afinidad entre ambos autores. Es conocido de todos que Romano Guardini es un agustiniano. Además de dedicar dos ensayos al obispo de Hipona, Principio: una interpretación de San Agustín (publicado junto al ensayo La cuestión judía, Editorial Sur, Buenos Aires, 1963, pp. 31-88) y La conversión de San Agustín, (Agape, Buenos Aires, 2007), ha sido interesante constatar que ambos poseen una antropología con un fuerte carácter existencial, donde la conversión juega un papel importantísimo, y donde el hombre sólo puede ser definido a la luz de Dios. 

En cuanto salga a la luz este artículo en el que sigo trabajando lo comunicaré por si a alguien le interesa profundizar en el tema. Mientras tanto espero algunos comentarios que puedan enriquecer lo dicho en esta entrada.




miércoles, 18 de abril de 2012

Ensayo sobre Romano Guardini


"Los estudios se titulan 'ensayos'.  La palabra quiere tener el sentido, modesto y confiado a la vez, que le ha prestado el valeroso libro de Mointaigne. No son "trabajos", exposición de objetos abarcados con la mirada y elaborados adecuadamente, sino experimentos, en el curso de los cuales se acercan determinados pensamientos a conexiones muy complejas, a fin de poder ver así la utilidad que aquéllos poseen." (R. Guardini, Mundo y persona, Encuentro, Madrid, 2000, p. 10).

Al empezar este blog sobre Romano Guardini, he querido recordar con la cita anterior la humildad y modestia que le caracterizó como pastor, investigador, docente y sobre todo como maestro en el sentido más universitario del término. Quisiera en este blog imitar esa actitud y convertirlo también en un ensayo. En primer lugar, porque lo que aquí exponga sobre su pensamiento antropológico quiere ser un mero intento de comprensión y por ello estará abierto a nuevas interpretaciones de los lectores y a que sea enriquecido con sus comentarios. En segundo lugar será un ensayo o experimento de abrir e introducir el pensamiento de este gran autor a las formas de comunicación que nos ofrecen las nuevas tecnologías y que debemos usar al servicio del hombre y de la verdad. 

Procuraré con asiduidad comentar un texto, hablar de mis investigaciones sobre Guardini, solicitar la ayuda de los lectores en alguna cuestión difícil en la que me encuentre en mis estudios, hablar de la bibliografía de nuestro autor en español que va apareciendo, etc. Quiero ser lugar de encuentro, entiendiendo encuentro como lo concebía Guardini, para todos aquellos que leen, trabajan, investigan y de algún modo viven del pensamiento de este autor. Prometo en breve una nueva entrada que versará sobre San Agustín y Romano Guardini.