Del jueves 3 de mayo al sábado 5 se celebrará en Valencia, con sede en la Universidad Católica San Vicente Mártir el congreso que anualmente organiza la Asociación Española de Personalismo. El tema elegido para esta edición es el siguiente: Personalismo Bioético. Fundamentación, Práctica, Perspectivas.
La celebración de este evento me ha hecho pensar si en el pensamiento de Romano Guardini, especialmente en su antropología filosófica, podríamos encontrar algunos argumentos o principios que pudieran servir como fundamentos de una bioética personalista. He encontrado dos líneas argumentativas, aunque seguramente se podrían proponer muchas más.
En primer lugar me parece que el análisis que Romano Guardini hace de la Edad Moderna es muy válido para entender el marco cultural, científico y filosófico que ha generado las cuestiones que intenta resolver la bioética. Por ejemplo, el incremento de poder que empieza a adquirir el hombre moderno y la falta de ética que lo norme o lo regule
“(…) en el transcurso de la Edad Moderna el poder sobre lo existente, tanto cosas como hombres, crece ciertamente en proporciones cada vez más gigantescas, en tanto que el sentimiento de responsabilidad, la pureza de la conciencia, la fortaleza del carácter, no van en absoluto al compás de ese incremento; pone de manifiesto que el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto” (R. Guardini, El ocaso de la Edad Moderna, en Obras. Vol.1, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1981, p. 94).A esto habría que añadir algunos elementos más como son: la disolución de la creación