Continuamos esta semana con el escrito del Prof. Carlos Alberto Sampedro en el que desarrolla la relación de Romano Guardini con los diversos pontífices.
LOS PAPAS DEL SIGLO XX
Pío XII, marca una diferencia en la relación de Guardini con el Pontificado. Pacelli había trabajado como Nuncio Apostólico en tierras alemanas, primero en Mónaco de Baviera desde 1917 y luego como nuncio en la Alemania de Weimar desde 1922 hasta 1929. Conocía suficientemente la vida cultural, política y eclesial de Alemania y sin duda atestiguó la renovación del pensamiento católico alemán, que según el profesor Borghesi (1997, p. 81) fue protagonizado por hombres como Max Scheler, Karl Adam, Reinhold Schneider, Theodor Haecker, Peter Wust, Erich Przywara, Romano Guardini y Dietrich von Hildebrand entre otros. Por otra parte, el profesor Krieg (2003, p. 167) señala un punto de conexión importante entre Guardini y el pontificado de Pio XII. Para Éste, Guardini fue una de las principales influencias del movimiento litúrgico que se encuentra tras la Mediator Dei, publicada por Pío XII en 1948. Más determinante aun en la relación de Guardini con el pontificado, fue su nombramiento como Prelado Doméstico de su santidad Pío XII en 1952. Esto significó un voto de confianza y un visto bueno a toda su labor pastoral y académica. Guardini publicaría posteriormente un artículo intitulado “Pío XII y la liturgia”, para un libro homenaje con motivo del 80 aniversario de su santidad.
Juan XXIII fue el Pontífice que abrió las puertas de la Iglesia
para que esta iniciara un renovado diálogo con las realidades del mundo moderno.
Este tipo de diálogo con la Modernidad, fue desde siempre una nota
característica que Guardini imprimió a sus clases y sus libros. Guardini dedicó
su última obra publicada en vida Die
Kirche des Herrn (La iglesia del
Señor) a Juan XXIII. El profesor López Quintas (1998), remite a un pasaje
del diario de Guardini, que da cuenta del aprecio que tenía por su Santidad y
lo que significó su apoyo:“Pienso en la audiencia de Castelgandolfo, que despertó en
mí un sentimiento siempre vivo de vinculación y obligación. Desde entonces es
para mí el Papa. El que me manifestó la confianza de la iglesia, por la que yo,
el caminante solitario, siempre había suspirado (p.120)”. Dicha confianza, se puso de
manifiesta en el nombramiento para hacer parte de la comisión litúrgica del
Concilio Vaticano II, el cual no pudo aceptar por su avanzada edad y los
impedimentos propios de salud.
Con Pablo VI continúan los reconocimientos oficiales. Esta vez es
nombrado Cardenal de la Iglesia Católica, pero también debe rechazar el
nombramiento motivado por razones de salud. Pablo VI tiene por lo menos 15
alusiones o pasajes de la obra de Guardini principalmente utilizadas en sus
audiencias. De igual manera ocurre con Juan Pablo II, quien lo usa en sus
discursos y homilías. Además es significativa la sintonía que existe entre el
principio programático de la Redentor
Hominis, en la que el misterio del hombre se revela en Cristo Redentor y el
planteamiento fundamental de la antropología guardiniana expuesto en 1952 en
una conferencia en la Katholikentag de Berlín, posteriormente publicada en 1965 con el título Den Menschen erkennt nur, wer von Gott weiß
y en la que se plantea que solo se puede conocer al hombre, si se conoce a
Dios.
Entre todos los pontífices, es
quizás con Benedicto XVI con quien
Guardini tiene más llegada o puntos de contacto. Ratzinger era un lector de
Guardini, y también en ocasiones un oyente. Zilvano Zucal (2008) señala los
puntos de conexión que existen entre ambos.
En primer
lugar, la labor docente en centros universitarios alemanes, que ambos
desarrollaron con altísimo nivel.
En segundo lugar, la atención al misterio del cristianismo: Guardini escribió en 1929 Das Wesen des Christentums (La Esencia del Cristianismo) y Ratzinger escribió su famosa Einführung in das Christentum (Introducción al Cristianismo) en 1968.
También hay una clara conexión en torno a la idea de Europa y su futuro con relación al cristianismo.
En segundo lugar, la atención al misterio del cristianismo: Guardini escribió en 1929 Das Wesen des Christentums (La Esencia del Cristianismo) y Ratzinger escribió su famosa Einführung in das Christentum (Introducción al Cristianismo) en 1968.
También hay una clara conexión en torno a la idea de Europa y su futuro con relación al cristianismo.
Sin duda
alguna un tema central en ambos, es la concepción de la liturgia: Guardini fue
un artífice central en el movimiento de renovación litúrgica, y Ratzinger hace
eco de sus postulados en su pequeña obra Einführung
in des Geist der Liturgie (Introducción
al Espíritu de la Liturgia).
Para Guardini la práctica teológica está precedida por la fe y por la orientación del dogma que se vive en la comunidad eclesial. Igual es para Ratzinger. Para ambos no se puede hacer teología sin fe, y no se puede creer por fuera de la Iglesia.
El pathos de la verdad también es característico en ambos. La verdad es lo que cuenta en la vida del hombre para hacer la diferencia. Para Guardini la reverencia ante la realidad que se muestra y debe ser aceptada es el punto de partida, y para Ratzinger la confianza en la capacidad de la razón de lograr acceder a la verdad es una de sus columnas vertebrales.
El diálogo con la cultura, que es muy vivo en Guardini, también es muy fecundo en Ratzinger. Los dos supieron tocar temas centrales para el hombre de hoy e iluminarlos con la fe.
Para Guardini la práctica teológica está precedida por la fe y por la orientación del dogma que se vive en la comunidad eclesial. Igual es para Ratzinger. Para ambos no se puede hacer teología sin fe, y no se puede creer por fuera de la Iglesia.
El pathos de la verdad también es característico en ambos. La verdad es lo que cuenta en la vida del hombre para hacer la diferencia. Para Guardini la reverencia ante la realidad que se muestra y debe ser aceptada es el punto de partida, y para Ratzinger la confianza en la capacidad de la razón de lograr acceder a la verdad es una de sus columnas vertebrales.
El diálogo con la cultura, que es muy vivo en Guardini, también es muy fecundo en Ratzinger. Los dos supieron tocar temas centrales para el hombre de hoy e iluminarlos con la fe.
Como se ha visto, la relación
entre Romano Guardini y el Pontificado ha adquirido diversas formas. ¿Qué
ocurre entre el Papa Francisco y el pensador Italo-alemán? Este será el tema
de una próxima entrada en el blog.
REFERENCIAS
Borghesi, M. (1997). Posmodernidad y Cristianismo. Madrid: Encuentro.
Krieg, R. (2003). Romano Guardini, un precursor. Xalapa:
Universidad Veracruzana.
Quintas, A. (1998). Romano Guardini, maestro de vida.
Madrid: Palabra.
Zucal, S. (2008). Benedicto XVI tiene un padre: Romano
Guardini. En: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/207016?sp=y
Prof. Carlos Alberto
Sampedro
No hay comentarios:
Publicar un comentario