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lunes, 27 de mayo de 2013

Educar en Romano Guardini (IV). Educación y formación

Continuamos profundizando en el tema de la educación. Recordemos que cuanto venimos diciendo en las tres últimas semanas no son otra cosa que comentarios personales a la luz de lo que sobre educación dice Guardini en la Ética. Lecciones en la universidad de Munich (BAC, Madrid, 2000, 687 -709). Para terminar esta serie de comentarios abordaremos dos cuestiones:  la educación como formación y el ejemplo del educador. Hoy afrontaremos la primera.

 Educar no consiste en instruir, es decir, en transmitir conocimientos como se decía antaño, o enseñar habilidades y fomentar actitudes como se complementa hoy. Educar es eso y algo mucho más importante: formar. En el primer caso la educación está orientada a que la persona llegue a ser algo: ingeniero, arquitecto o abogado. En el segundo caso la educación no está orientada únicamente a que el niño o el joven aprenda algo, sino a que en el proceso de aprender algo le enseñemos también a ser alguien. Guardini lo explica así: 

"Educar no significa en primera línea enseñar, sino formar. Muchos de los que se denominan educadores no son en verdad sino didactas, pues aportan un saber. Pero tampoco se trata en primera línea de que el niño aprenda algo, sino de que llegue a ser alguien; naturalmente, de que llegue a serlo contando con el objeto, es decir, con el aprendizaje." (Ética. Lecciones en la universidad de Munich, 702).

Esto presupone, claro está, una imagen de lo que debe ser el hombre, una antropología a partir de la cual proponer un ideal de hombre. Esta antropología no puede ser teórica. Debe ser una imagen viva de aquello que se pretende alcanzar. No puede basarse en tratados filosóficos, sino en modelos vivos en los que el educando vea aquello que se le propone como meta a alcanzar.  Más aún, la imagen que se trasmita debe unificar aquello que hemos denominado ser algo y ser alguien. Quizás antaño estaba unificada. En toda profesión se desprendía de manera natural una exigencia ética que la dotaba de cierta dignidad y la convertía en algo más que una actividad meramente lucrativa. Pensemos en la figura del médico, reflexionemos en aquello que se entendía por maestro, incluso de esta dignidad estaba revestida la misma investigación científica que quizás hoy ha olvidado la búsqueda de la verdad y se ha vendido al pragmatismo de los poderes políticos y económicos (de ello hablamos aquí alguna vez) Creo que a todo esto es a lo que se refiere Guardini cuando escribe:

"Eso depende en una medida decisiva de si en este ambiente se encuentra viva una imagen de la formación del verdadero ser humano. Una imagen tal no es una serie de frases o preceptos. Las frases son abstracciones, afectan únicamente al intelecto, a no ser que lo afecten en el instante fértil, cuando una experiencia dada pide ser clarificada. Por el contrario, las imágenes formativas son concretas, tocan la vida, la interna profundidad originaria de la que se deriva la forma." (Ética. Lecciones en la universidad de Munich, 703).

La educación como formación está lejos, pues, del cumplimiento de una serie de normas o reglas impersonales, todo lo contrario, se trata de la contemplación de formas vivas que enaltecen la naturaleza humana y la conducen a su plenitud. En este contexto se debe introducir también la formación religiosa. Pues como dice Guardini, tras una forma viva, pongamos el médico,  "(...) estaba su referencia a la excelencia de Dios y a un orden del mundo definido a partir de él " (Ética. Lecciones en la universidad de Munich, 703). De este modo tan natural, el alumno va captando a partir de la realidad misma el sentido religioso del mundo, de las personas, de la familia y de la misma actividad profesional. La formación religiosa, y con ello termino, no puede ser algo extrínseco a la vida. Es necesario introducir en la educación una vuelta al sentido religioso de las cosas, y sobre todo, de la misma actividad profesional.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, muchas gracias. Ya otras veces he leído este blog. No siempre puedo comentar, pero ya era momento de mostrar mi agradecimiento.
    Un saludo.

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  2. Muchas gracias por su comentario de agradecimiento. Ya sabe que aquí tiene una tribuna abierta para comentar lo que guste en relación al tema tratado. Le renuevo mi agradecimineto, un saludo, Rafael

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  3. Justo estoy haciendo mi tesis de maestría sobre aspectos de la formación moral según ese libro de Guardini. Gracias y saludos desde México.

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  4. Muchas gracias por su comentario. Espero que este blog le ayude en la elaboración de su tesis. Cuando la tenga terminada será un placer hacer una pequeña recesión en este blog. Si le interesa que abordemos algún otro tema o proponer un tema para comentar en el blog no lo dude. Un saludo cordial, Rafael

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